Pilar, usuaria de la Fundación SER, tiene discapacidad intelectual y vivió ayer la experiencia de ser vocal en las Elecciones Generales, desempeñando su cargo en el distrito de Tetuán, en Madrid.
Cuando le llegó el nombramiento se planteó si podría hacerlo, a ella le hacía ilusión y pensaba que iba a ser capaz de ello. Se presentó a las ocho en el colegio electoral y ocupó la mesa como primera vocal. El resto de miembros de la mesa se mostraron dispuestos a apoyarla, si fuera necesario, para que pudiera hacerlo con efectividad.
Pilar nos cuenta: «la experiencia fue buena, me enseñaron mucho, de los políticos, de todo, con mis compañeros de mesa César y Eva, me gustaría repetir si me vuelven a llamar, está muy bien, ves a mucha gente, de los grupos, yo escribía y tachaba los nombres, me gustó y lo hice bien».
En 2018, el Congreso aprobó una reforma electoral que permitió votar a las 100.000 personas con discapacidad intelectual, enfermedad mental o deterioro cognitivo que hasta entonces no podían.
