Se que son ya muchos días en casa y, lo que antes era algo, a veces, hasta divertido, ahora se está haciendo un poco pesado. A mi también me pasa, me enfado por cualquier cosa, no me apetece hacer nada, me cuesta entender lo que está pasando y solo pienso en las cosas que ahora no puedo hacer. Esto es normal. Para la mayoría de nosotras y nosotros, esta es la primera vez que pasamos por algo tan difícil de entender y, seguramente, lo recordaremos para el resto de nuestras vidas. Muchos tenemos gente querida enferma o que se nos ha ido para siempre. Tenemos derecho a sentirnos así. Pero, ojo, mucho cuidado, que sea normal no quiere decir que no podamos hacer nada para sentirnos mejor.
Os animo hoy, principio de semana, a intentar el siguiente ejercicio.
Todas las mañanas, cuando te levantes, acércate a un espejo de casa. Ese en el que, cuando te miras, te ves genial. Concéntrate en tu cara y enséñale al espejo una gran sonrisa. La sonrisa le ordena a nuestro cerebro a ser un poquito más feliz.
Practicarlo todos los días y os iréis sintiendo un poquito mejor.
Os animo también a mandarme fotos con vuestras sonrisas reflejadas en el espejo.
Adjunta tenéis una pequeña guía con pictogramas.
Os veo en mi siguiente publicación, en la que hablaremos sobre el duelo, se que todos ya sabéis lo que esa palabra significa.
Y recuerda: “ la vida, es como un espejo, te sonríe si la miras sonriendo” (M.Ghandi).
Ya queda un día menos.
Resistiremos: https://www.youtube.com/watch?v=B9rfD5WEJXM
Verónica Rodríguez (psicóloga del C.O. Pintor Rosales).