Hoy vamos a hablar con Blanca, quien curiosamente dio vida en la obra a un personaje llamado La Bruja Blanca.
-¿Qué recuerdos tienes de esta representación?
Fue una de las primeras obras que se hicieron. Un recuerdo que tengo es que gracias a esta obra empecé a relacionarme más con Salvador, el compañero que hace del león Aslan.
-¿La has vuelto a ver estos días? ¿Cómo te has sentido?
Sí, la he visto el otro día después de mucho tiempo y me ha gustado verme, aunque me encuentro fallos por todos lados. Ver a los que ya no están me ha dejado confusa, porque por un lado he sentido alegría al verlos pero por el otro me ha dado también tristeza.
–¿Que supuso para ti eso de hacer de "mala"?
No me importó, no me hizo sentir mal ni nada de eso. En esos momentos yo no era Blanca, era la Bruja Blanca, así que… Me gustó, me gustó.
-¿Qué tal lo de ir subida en ese trono tan alto y que te llevaran de un lado a otro?
Uf, asustada. No recuerdo quiénes fueron los que me bajaban y subían pero al verlo he pensado "pobrecitos". Recuerdo que el día de la obra esta todo el rato pensando: "verás como me caiga la que vamos a liar…".
-¿Te gustaría volver a hacer esta obra en alguna otra ocasión?
Sí, claro, todas las que he hecho me encantaría poder repetirlas. Y eso que se pasa un poco mal, porque los días de antes se pone una muy nerviosa, y los días de después te da un bajón de ánimos tremendo al pensar que ya se ha acabado todo.
Roberto Redondo (Educador C.O. Estar-Los Yébenes)
